

La llamada tercera revolución industrial, tercera revolución científico-técnica o revolución de la inteligencia (RCT) se origina al acabar la II Guerra Mundial y cobra fuerza a causa de la crisis que experimenta el capitalismo de la época.
Las áreas más representativas de ésta son:
la I+D (investigación y desarrollo) de la energía nuclear
las telecomunicaciones y la investigación y exploración del espacio y el Universo
las ciencias de la informática, la robótica y la biotecnología.
Las otras revoluciones, conjuntamente con ésta, son las siguientes:
• Primera: desde los primeros usos del carbón en 1732, hasta la producción de electricidad en 1869.
• Segunda: desde la producción de electricidad en 1869 hasta la I Guerra Mundial (1914).
• Tercera: desde el fin de la II Guerra Mundial (1945) hasta la actualidad.
Se busca la automatización y la robotización. La maquinaria de hoy en día es cada vez más precisa y requiere la más alta tecnología. En las tres épocas se observa un proceso de avance tecnológico originado en los descubrimientos científicos y se traduce en la creación de máquinas, herramientas o procedimientos que realizan nuevas tareas o perfeccionan las anteriores.
Los mercados y los consumos son dominados por los alimentos, la industria liviana (confecciones, papel, plásticos) y por la industria pesada (automóviles, aviones, máquinas eléctricas). Los nuevos productos generados en los últimos decenios se pueden clasificar en dos grupos. Primero, la microelectrónica (computadores, sofware, etc.). Segundo, la biotecnología, las farmacias, las comunicaciones, etc
Solo Estados Unidos, y, tal vez, Japón han logrado participar en todas las etapas. En Colombia el espectro es nostálgico. Nuestro país sólo produce manufacturas livianas y se encuentra en un estado muy incipiente en la manufactura pesada y de consumo, materias primas y bienes de capital. La estructura económica comprende la primera revolución industrial y una fracción de la segunda revolución.
Hacer cincuenta años, América Latina, Japón y los países del sureste asiático estaban en el primer peldaño de la escalera tecnológica. Hoy en día Japón se encuentra en el último peldaño. Por su parte, Colombia no ha logrado avanzar ni a la mitad del tercer peldaño